Lo peor del estrés…y mi descubrimiento sobre los aceites esenciales y la oxitocina

Hace años empecé a interesarme de muy cerca por los efectos nocivos del estrés pues yo misma los estaba sufriendo. Más tarde mientras investigaba para mi libro dedicado al estrés descubrí que lo peor que nos puede ocurrir es sentirnos impotentes. La impotencia es lo que nos hace enfermar.

En mi curso dedicado a la gestión del estrés con aromaterapia cuento un experimento que llevó a cabo el Profesor Henri Laborit. Dicho experimento sale en una extraña película llamada «El tío de Ámerica» sobre la teoría neurobiológica de la organización social. El experimento se llevó a cabo con ratitas de laboratorio. Consistió en observar a esas ratitas y su estado de salud frente a 3 situaciones concretas.

En el primer caso, una ratita está encerrada en una caja con una separación en el centro y tiene la posibilidad de moverse libremente de un lado a otro. Cada día durante un cierto tiempo estresan a la ratita con corriente eléctrica, sistemáticamente la ratita huye y se pone a salvo al otro lado de la caja. Cuando finaliza esta parte del experimento, verifican el estado de salud de la ratita y observan que está perfectamente bien.

En el segundo caso, dos ratitas están encerradas en la caja con una separación en el centro pero sin la posibilidad de moverse libremente de un lado a otro. Cada día durante un cierto tiempo estresan a las ratitas con corriente eléctrica, sistemáticamente las ratitas se pelean hasta que desaparece la fuente de estrés. Cuando finaliza esta parte del experimento, verifican el estado de salud de las ratitas y observan que están perfectamente bien.

En el tercer caso, una ratita está encerrada en una caja con una separación en el centro pero sin la posibilidad de moverse libremente de un lado a otro. Cada día durante un cierto tiempo estresan a la ratita con corriente eléctrica, la ratita no puede hacer nada y sufre el estrés que le causa la corriente eléctrica. Cuando finaliza esta parte del experimento, verifican el estado de salud de la ratita y observan que está en bastante mal estado.

Conclusiones del experimento: mientras puedas huir de lo que te causa estrés o utilizar el exceso de energía generado por las hormonas del estrés (en este caso la pelea), estarás bien. Si desgraciadamente sientes que no tienes control sobre la situación, te sientes impotente o víctima de la situación, inevitablemente acabarás enfermando.

¿Por qué te cuento esto?
¿A caso no te suena de algo?
¡A mi me suena mucho!

En estos momentos muchas personas se encuentran en la misma situación que la ratita del experimento número tres. En lugar de una corriente eléctrica, la fuente de estrés es un virus y las medidas impuestas para controlarlo. Pienso muy especialmente en personas que ya de por si suelen estar aisladas, las personas mayores principalmente, pero también otras personas que viven solas y que tal vez no tienen una red social o familiares cercanos para apoyarlas en estos momentos. También pienso en todos los enfermos por supuesto.

Estoy francamente preocupada por las consecuencias nefastas que tendrá incluso a corto plazo la situación que estamos viviendo en estos momentos debido a las medidas tomadas para controlar el virus COVID-19.

No sé de qué manera se puede ayudar. Pero desde aquí lo quiero intentar compartiendo lo que me sirve a mi para gestionar el estrés.

Otra cosa que suelo explicar en mi curso de gestión del estrés es el maravilloso efecto de la oxitocina como antídoto para el estrés.
La oxitocina es una hormona que conocen bien las mujeres puesto que tiene un gran papel en el parto. Pero la oxitocina tiene muchas más funciones que las de facilitar las contracciones o favorecer la subida de leche. Algunos llaman a la oxitocina la «hormona de la felicidad» otros la llaman la «hormona del amor».

Lo que se sabe es que reparamos los daños causados por el estrés cuando liberamos oxitocina. Liberamos oxitocina cuando tenemos un orgasmo, cuando sentimos confianza y por ejemplo se sabe que cuando las mujeres se juntan con sus amigas están provocando una liberación masiva de oxitocina. También la liberamos a través del tacto, o sea cuando nos acariciamos o cuando recibimos un masaje.
Esta hormona está relacionada con la confianza y la empatía. En lo social permite la cohesión entre grupos de personas, genera sentimiento de pertenencia. También se la relaciona con el aprendizaje y la memoria así como con la capacidad de reconocer las emociones de los demás (reconocimiento facial).

He sabido de forma intuitiva sin poder demostrarlo que los aceites esenciales o algunos de ellos pueden favorecer la liberación de oxitocina. Y hoy casualmente mientras investigaba para mi próximo libro he dado con un estudio recién publicado (¡Es de este mismo mes de marzo!).
Me ha llegado como un auténtico regalo en estos momentos tan difíciles para tantos de nosotros.

Se trata de un estudio clínico (*) llevado a cabo con 15 mujeres en la postmenopausia. Fueron expuestas al olor de 10 aceites esenciales: rosa otto, naranja dulce, lavanda, neroli, incienso, absoluto de jazmín, ylang ylang, manzanilla romana, salvia esclarea y sándalo de la India.
Durante el estudio se midieron los niveles de oxitocina en la saliva antes y después de haber inhalado uno de los aceites esenciales. Se ha podido observar que los niveles de oxitocina aumentan significativamente después de inhalar estos aceites esenciales: lavanda, neroli, absoluto de jazmín, manzanilla romana, salvia esclarea y sándalo de la India. El aceite esencial de rosa, el de incienso, el de ylang ylang y el de naranja dulce en cambio no parecen aumentar significativamente los niveles de oxitocina.

Las conclusiones del estudio se centran en los efectos positivos que pueden tener estos resultados en mujeres durante la postmenopausia, concretamente dice que la inhalación de estos aceites esenciales al aumentar las concentraciones de oxitocina salival permitiría inhibir la reducción de la masa muscular y su función causada por el envejecimiento.

A mi personalmente este estudio me confirma que los aceites esenciales favorecen la liberación de oxitocina, y con ese dato me quedo!

Si antes estaba convencida de lo importante que son los aceites esenciales para evitarnos gran parte de los problemas de salud que nos causa el estrés, ahora me atrevo a declarar que son probablemente una de las mejores herramientas que tenemos a nuestra disposición para protegernos de los efectos nocivos del estrés.

¿Entonces qué podemos sacar concretamente de todo esto que cuento hoy?

Mi sugerencia es que tengas un difusor en casa, si aún dudabas en comprarte uno, no dudes más! Difunde alguno de los aceites esenciales mencionados en el estudio. El que más te guste. Seguramente hay otros. Me atrevería a decir que el aceite esencial de petit grain, la bergamota y la menta bergamota también favorecen la liberación de oxitocina. Pero es una conclusión mía basada en el hecho de que 5 de los 6 aceites esenciales que se han estudiado y han dado resultados contienen esteres en su composición. Me sorprende que el ylang ylang no diera resultados significativos, los esteres predominan en el ylang ylang extra y están presentes en menor medida en el ylang ylang completo. No se sabe con qué tipo de aceite esencial de ylang ylang se llevó a cabo el estudio. Recordemos que existen varios tipos (I, II, III, extra y completo).

También te sugiero que medites con ellos y ya que muchas parejas no os queda más remedio que estar juntos en estos momentos, aparte de pelearos – que visiblemente es una forma de utilizar la energía generada por el estrés 😉 – yo recomendaría que se aproveche para compartir masajes aromáticos y por supuesto practicar sexo!
Y claro acariciar a vuestros seres queridos incluidas mascotas. Lo siento por las distancias de seguridad, pero en el caso de una familia que convive en un misma casa me parece difícil que se logre aplicar. Y en nuestras mezclas para masajes vendrá bien incluir alguno de los aceites esenciales antivirales que ya comenté en mi anterior artículo.

Otra herramienta que veo muy útil para transitar estos tiempos tan desafiantes es la Sofrología. He hablado en alguna ocasión de esta disciplina en la cual me formé. Puedes leer mi artículo aquí.

Hace algo así como año y medio ofrecí un webinar en el cual proponía unir la aromaterapia y la Sofrología. Son dos herramientas complementarias muy interesantes. Puedes acceder a la grabación de este webinar gratuitamente aquí. y si quieres ir más lejos existe un monográfico online que dediqué a la ansiedad y su abordaje con aromaterapia y Sofrología. Puedes comprarlo aquí, estos días está de oferta.

Aprovecho para recomendarte un maravilloso documental relacionados con el estrés, se llama «El estrés, retrato de un asesino». Aquí lo puedes ver.

Si te interesa saber más sobre la oxitocina te recomiendo dos libros:
«
Oxitocina, la hormona de la calma, el amor y la sanación» de Kerstin Uvnas
«La molécula de la felicidad» de Paul J. Zak. Hay una charla de Paul J. Zak en TED, aquí.

Te puede interesar también este estudio sobre la oxitocina para prevenir el envejecimiento muscular. https://www.nature.com/articles/ncomms5082, o este otro sobre la oxitocina en relación con el estrés y el bienestar. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15834840.

Deseando que toda esta información te sirva para mantenerte sano/a.

 

 

oxitocina y aceites esenciales


(*) Estudio The Effects of Essential Oil on Salivary Oxytocin Concentration in Postmenopausal Women. Journal of alternative and complementary medicine (New York, N.Y.). Marzo 2020

 

 

 

 

 

 

 

 

  Un pensamiento en “Lo peor del estrés…y mi descubrimiento sobre los aceites esenciales y la oxitocina

  1. María Pérez Sánchez
    25/03/2020 en 11:37

    Muchísimas gracias Antonia! es un placer leerte siempre y aprender contigo, más aún en estos momentos complicados y extraños que estamos viviendo. Meditar con aceites esenciales, creo que con cualquiera que te guste mucho, seguro que te aumenta el bienestar y la calma, aunque no produzca oxitocina. Pero probaré con alguno del estudio. Salud y Amor!

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